Resultados de tu búsqueda
¡Menudo día! Inolvidable… 5 horas -toda la tarde- haciendo el indio con Suso recorriendo la vistosa Ría de Arosa con una potente zodiac semirrígida sorteando las bateas de mejillones. Eso sí, a parte del alquiler… cada depósito de combustible 30 €.
Todo empezó cuando llamó nuestra atención un folleto publicitario en Cambados, literalmente ponía: “¡Pilota una embarcación!” Y… ¡Allá que nos fuimos!
Comimos temprano en un nuevo asador de la zona del puerto deportivo. Cayeron unas Zamburiñas que estaban buenísimas, acompañadas de unos Pimientos de Padrón y unos Chipirones.
Pero la palma se la llevó una generosísima ración de Churrasco de Cerdo con un Criollo con patatas. ¡Había que alimentarse! Después venían 5 horitas de navegación continua y “sólo” llevábamos unos bocatas tamaño barra de pan 😉
La embarcación tenía 4 metros de eslora (largo) y 2 metros de manga (ancho) -que no se aprecia en absoluto en el video, pues parece mucho más pequeña- y el motor iba a juego. Nos dijeron que la mismísima Guardia Civil había quedado impresionada por el resultado de estas barcas y les encargó un buen número, pero con un motor el doble de potente. ¡Tienen que volar!
Descubrimos un restaurante en el Faro de la Isla de Arosa -foto superior-, tenemos que reservar mesa como sea, pues las vistas son “acongojantes”. Tengo un video que si lo pongo… no os podríais parar de reir en 1 hora por lo menos, obviamente no voy a publicarlo, pero os lo cuento textualmente: Estábamos “derrapando” -conducía yo- delante de la gente que abarrotaba la terraza del restaurante, y al chocar la proa de la embarcación con nuestro propio oleaje… saltó Suso -grababa él- por el aire con la cámara incluida… y menudo ostiazo, jajajaja. ¡Menos mal que cayó dentro! Que sino salimos en la tele… ¡La gente del restaurante se descuajiringaba de la risa!
Para nuestra sorpresa, encontramos gran cantidad de medusas enormes -y eso que el agua por aquí está fría de carallo- y nos acercábamos a todos los islotes, faros y calas inaccesibles que encontrábamos de camino.
Íbamos equipados con un GPS con toda la cartografía marítima de la zona y nos dejaron bien claro que no nos acercásemos a los asteriscos (*), pues así se marcaban las rocas ocultas bajo el agua con las que podríamos tener un accidente.
Rodeamos toda la Isla de Arosa -completa- y después nos acercamos al puente de Catoira… cinco horas bien aprovechadas, dejando una larga estela detrás de nosotros, metiendo un poco de oleaje a una Ría calmada… ¡Fijaos en la estela que dejó el Suso desde el puente de la Isla de Arosa! ¡Aún va a tumbar al pesquero ese! 😉
Claro que siempre te encentras a alguien que la tiene “más grande” que tú, no hay más que ver la siguiente imagen -ni os imagináis lo grande que es, por lo menos 30 metros, tuvimos que alejarnos mucho para que cogiese en el encuadre, puede verse una persona en cubierta-.
Pero lo mejor es dejaros con algún que otro video… porque son para nota… (aunque se ven fatal al subirlos a YouTube… ¡Demasiado azul para comprimir sin errores!)
¡Y otro vídeo! ¡Y otro! ¡Y otro!
¡Y el último dando estopa! ¡Casi nos la pegamos contra las rocas por ir mirando el GPS!
PD. De lo que me he dado cuenta es de que tengo que visitar menos Restaurantes de Madrid, porque… ¡Menuda panza!
Ya os había hablado de Combarro meses atrás, pero en verano hay que peregrinar por este pueblecito costero de vez en cuando para tomarse un pulpito á feira. Así que, llamada a Suso y… ¡A por el pulpooo… oeeeeee! ¡A por el pulpooo… oeeeeee!
Con la marea baja, pueden verse a los mariscadores trabajando, recogiendo berberecho y almeja, así como todo un equipo limpiando las algas.
Y como dice Suso, una barca digna de Piratas del Caribe.
Pero… ¡A lo que íbamos! ¡Qué me lío!
¿Cuándo encontraremos unas raciones de pulpo á feira como éstas en los Restaurantes de Madrid? Un buen aperitivo para lo que nos esperaba en casa: ¡Churrasco!
Después del primer día de playa de hace unas semanas, vinieron muchos más, como siempre comiendo en el Chiriguito Prado Bello (que por cierto, ha mejorado mucho en servicio) de la Playa Pregueira, que vuelve a disfrutar de más carteles con “e” que con “a”.
Pimientos de Padrón, ensalada completa y churrasco con criollos y patatas… ¡Nunca falla!
Y como a Rubén le gustan los amiguitos, le presento este año a otro.
Otro día, podemos combinar los mismos entrantes, pues como para cambiarlos estamos… con sardinas en vez del churrasco.
También podemos otra jornada cambiar los criollos por unos calamares, pero continuar con los pimientos, ensalada y churrasco, que no falten.
O pedir otro de los días de todo, no vaya a ser que quede algo sin probar… ¡Además llegó Suso desde Valencia!
Y ya que está Suso, otro día hay que darle obligatoriamente al pulpo, sin olvidar las sardinas, los pimientos de Padrón y la ensalada… ¡Estamos encasillaos! ¡Ayuda!
Ahora tocará pedir el próximo día unos de estos que encontramos en la Pregueira. ¿O no?
¡Y las que quedan! Porque ir a la Pregueria es comer en el Prado Bello, y en lo que me queda de vacaciones caerán muchas más.
En cuanto llegue Suso de Valencia nos vamos a pegar una SuperMegaChurrascada como ésta de hace unos meses en Marín. Pero mientras… hay que hacer pruebas en casa… no vaya a ser que perdamos la costumbre…
Claro que en este blog las entradas con la palabra churrasco son habituales (sin olvidar las de barbacoa) y es que esta época es lo que tiene.
Carne de cerdo de primera acompañada de unos pimientitos de Padrón y unas patatitas. Suso, ¿tú también estás entrenando? ¡A ver si vas a llegar fuera de forma!
Estando en la Sierra de Cazorla no nos quedaba otra que acercarnos a Cazorla. Así que después de kilómetros y kilómetros entre olivos y de marearnos un poco con “billones” de curvas… ¡Llegamos! Un rinconcito que merece la pena.
En el Castillo -que recibe el nombre de “Cuatro Esquinas”- se ha habilitado el Museo de Artes y Costumbres Populares del Alto Guadalquivir y fue declarado Conjunto Histórico Artístico, junto con la población de Cazorla en 1972. La Torre de Homenaje mide 30 metros y la vista es una gozada.
Nada mejor que pasear por el pueblo arriba y abajo, y después de refrescarse con el agua del arroyo…
… ¡a tomarse unas cuantas cañas en la Plaza antes de comer! ¡Que ponen buenas tapas!
Además estábamos muertos de patear… ¡menudas cuestas que tiene el pueblo! Cuando vimos subir una bombona a cuestas casi nos da algo… ¡y las que le quedarían por repartir!
Nos fuimos directos a un Mesón que presumía de un chuletón de ternera de 750 gr. a 20 euros, pero no había mesa… ¡Estaba a tope y con reservas! Así que acabamos en el de al lado, el Restaurante Mesón La Cueva Juan Pedro que… en fin… ahora os cuento.
Optamos por dejarnos aconsejar, y le dimos caña a la carne, solomillo de ciervo, churrasco de ternera y diversos asados, pero…
… quitando las aceitunas que estaban para morirse -de lo buenas que estaban-, y el bacalao de María, el resto…
… ¡Horrible! ¡Incomible! ¡Lo dejamos todo! Finalmente no nos cobraron -obviamente- y a otra familia vecina de nuestra mesa tampoco, porque también se quejaron enérgicamente… así que no nos quedó otra que resignarnos, y lo que prometía como una comida de órdago se quedo en las ganas. Jamás podrá estar en Cucharete un local como ése -y mira que tenía su encanto-.
Lo realmente increíble fue su disculpa: nos dijeron que como al lado -en la plaza- estaban en obras, eso les despistaba para cogerle el punto a la carne… Sin comentarios…
¡Cuántas veces habré comido y cenado en esta churrasquería de Marín! Con los amigos más de 50 y con Suso más de 800.000 (y me quedaré corto) Y nunca nos ha fallado, incluso diría que han aumentado el tamaño de las raciones (o eso… o a nosotros nos tratan muy bien).
Todo empezó con unas ensaladas que acompañaban a dos raciones de calamares y uns supermegarración de pulpo á feira… ¡Eso sí que es una ración de pulpo!
…pero nada comparable a la llegada de nuestro churrasco favorito ¡con sus criollos! ¡Que… Vaya pedazo de criollos! Os aseguro que todos quedamos para el arrastre… ¡Desabrochando el pantalón! Cómo somos los gallegos… comemos como bestias… “pa non pasar frío carallo” 😉 Una cena espectacular, para el recuerdo, no sólo por la comida, sino por la de anécdotas que se contaron allí y que no se pueden contar aquí 🙂
Fijaos como están las bandejas después de habernos servido los platos… ¡Y NO QUEDÓ NADA! Cada vez que lo pienso…
Después tuvimos un recorridobajacarne por el paseo en el que hay montado un gimnasio de calle. Los videos son patéticos y la culpa la tiene ese Mencía que regó la cena… ¡cómo se subía! No entiendo como la política de YouTube permitió a Suso subirlos… pero el mejor -sin lugar a dudas- es este: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
Y para rematar la velada, vuelta a Pontevedra -con el pantalón abrochado- a desabrocharlo de nuevo con estos espectaculares capuccinos del Central. Un día de esos… irrepetibles.
Tendré que regresar en plan “trabajo” y realizar un cucharete-reportaje para introducirlo en la sección de Restaurantes de Pontevedra de Cucharete.
Unos días en Pontevedra sin un buen churrasco no se da desde que tengo uso de razón. ¡Bien lo sabe Suso! Y cuando es de casa… ¡mejor que mejor! ¡Qué bueno estaba! Mucho Kobe y AnGus Argentina Certificada en los Restaurantes de Cucharete pero… donde estén unas buenas brasas caseras… 🙂
Claro que la carne hay que acompañarla con unos buenos pimientos de la huerta y unas patatas fritas de la abuela. ¿Y con qué regamos la comilona? ¡Con Murero 2004! ¡Bien decantado! Para hacer hueco a la carne con unos mejillones de la Ría…
¡Que niebla hay por las Galicias… ya veis en la foto 🙂 Fuera bromas… el tiempo de este puente ha sido estupendo, sol, mucho solecito…
¡Por supuesto que no! ¡Hemos tenido un tiempo envidiable! ¡24 grados! Ya os había dicho que las Rías Baixas… no es lo que sale en el mapa de Galicia en los telediarios de las principales cadenas… ¡es otra historia!
Pero como bien sabéis todos, una imagen vale más que mil palabras… y como a mí lo de ir con la cámara en el bolsillo me encanta, os dejo la prueba fehaciente.
¡Claro que os voy a poner como estaba la playa más cercana al centro! La Playa de Lourido. Pero no creeríais que os íbais a quedar sin ver un poquito de churrasco, bacalao, chipirones o pulpo primero. ¿Qué sería de este blog sin comida? ¿Álguien lo visitaría?
Lo primero que hago siempre que vengo a mi tierra es tomarme un churrasquito asado lentamente en unas buenas brasas. Fuimos a la Parrillada Santi, que pronto aparecerá en la sección de viajes de Cucharete.com. La verdad es que nos pusieron una barbaridad -me refiero a la cantidad- pero la carne no era de buena calidad -mala elección esta vez-.
Tengo más sitios que recomendaros (o no) a los que he ido estos días, pero si os los muestro en Cucharete todos seguidos, sus visitantes pensarán que el Blog de los Restaurantes de Madrid pasa a ser el Blog de los Restaurantes Gallegos.
Y vamos ya a mostraros el tiempo:
¿Estaba bonita la playa? Me encantan esas playas de largos paseos, que permiten disfrutar de la hierba y la arena a la vez. En una palabra… relax
No olvidéis nunca las playitas que hay por aquí cerquita:
Islas Cíes
Playa Pragueira
En mi paseo encontré a esta amiguita. Cuando alce el vuelo… pide un deseo… la dirección por donde se haya ido, te indicará el camino por el que te llegará la felicidad.
Ha tocado llevar de nuevo de paseo la tarjeta (para que adelgace un poco, aunque creo que soy yo el que debe pasear de lo lindo, sobre todo después de estudiar detenidamente las recomendaciones de Pedro)
A primera hora, un cafecillo con unos churritos en el Central (sitio mítico) para calentar motores, pues el frío era de vértigo… y después, de compras con mi hermana toda la mañana.
Comimos en la Parrillada San Blas, en Salcedo (Pontevedra). Es uno de esos sitios que le gustan a Rubén (enxebre), donde te sorprenden con el brasero de hierro fundido encima de la mesa, lleno de carne a rebosar: Un jugoso chuletón de ternera, abundante churrasco de cerdo y unas chuletillas de cordero.
Todo eso, precedido de unos mejillones en vinagreta, lo acompañamos de un chorizo del país, unas patatitas y una ensalada. ¡Menudo comilón! Sin faltar un tinto Abadía da Cova (denominación de origen Riveira Sacra, que tanto anuncian estos días en TV). No me extraña que haya sido galardonado con 49 premios, pues a mi gusto, es exquisito.
El café nos lo tomamos en el Nox (oscuro, pero con indudable encanto). Y… ¡a comprar de nuevo! Pateamos toda la ciudad una y otra vez… de arriba a abajo… de izquierda a derecha… Y a la hora de cierre de comercios, unos apetecibles cucuruchos de castañas asadas en plena calle -¡qué calentitos! ¡cómo se agradecían!- y unas cañitas frente a la Peregrina.
Ya en casa… ¡a ordenar el armario! 🙂
Nada mejor que regresar a la carne: ¡al fín churrasco casero! Sin desmerecer en absoluto las croquetas de bacalao de entrante, que aseguro estaban deliciosas, pero es que las costillas para mí… no tienen parangón. Unas intensas brasas de cepa vieja, una larga espera esperando a que se consuma la grasa, una rica salsa… y… ¡todos a la mesa!
Tocó probar el albariño de este año… sin duda… ¡para nota! Vamos a tener que confeccionar con mimo unas refinadas etiquetas personales para las botellas -número muy limitado- que formarán parte de la inigualable bodega casera familiar.
Ya por la tarde… aprovechando un paseo por las riveras del Lérez y a expensas de que la civilización del Antiguo Egipto ha fascinado desde siempre al mundo… entre café y café disfrutamos en el Centro Social CaixaNova de la recomendada exposición “Vida y muerte en el Antiguo Egipto. Del arte faraónico al Faro de Alejandría”.
Más tarde, acompañábamos unas cañas con una cena surtida de tablas de ibéricos y tapas de pulpo -por cierto… ¡qué picante estaba!- en la conocida Plaza de la Leña.