A finales de agosto siempre suelo tomarme las vacaciones de las vacaciones (una o dos semanitas más), me explico… las vacaciones en Galicia te dejan tan cansado (de comer, jajaja), que posteriormente necesito unas vacaciones en el Mediterráneo para relajarme de verdad (como quien dice: “tocarse las pelotas”), y de la costa española, la que me quedaba por conocer era la Costa de Almería, pues donde van ya el resto: Costa Gallega (Rías altas y bajas), Costa Verde, Costa de Cantabria, Costa Vasca, Costa Brava, Costa Dorada, Costa de Azahar, Costa de Valencia, Costa Blanca, Costa Cálida, Costa del Sol, Costa de la Luz, Costa Tropical, Algarve (Portugal)… (si no se me escapa alguna en la que también he estado).
Curioseando por la Red, escogí Mojácar como destino principal, y la verdad no me defraudó en absoluto, le dedicaré un post más adelante con algunas fotos, pues es un pueblecito de lo más variopinto.
Me alojé en el Marina Playa (Más info) y lo considero suficientemente recomendable por mi parte, porque disfruté de lo lindo de sus completas intalaciones (totalmente necesarias para un relax íntegro). El Tomtom te lleva derechito -e izquierdito- ¡A ras!
Las vistas desde la habitación durante el día son magníficas, un expléndido jardín que separa las pistas de tenis y padel de las piscinas (cuatro: una agua dulce, dos de agua salada -una climatizada- y otra para los niños) y del campo de golf.
Pero las vistas nocturnas son de postal, ver un anochecer cómodamente sentado a la mesa desde la terraza de la habitación -con un chupito de un moscatel que te regalan junto con unos bombones nada más llegar- es verdaderamente relajante.
Incluso puedes bajar a las piscinas a las fiestas y espectáculos que los animadores del hotel montan allí mismo. (¡Por el día me apunté a un curso de acuarobic, jajaja! ¡De eso no os pongo los vídeos, porque tendríais que ir a que os atiendan de urgencias por un ataque de risa!).
Las vistas de Mojácar desde la habitación son de auténtico lujo.
Y por la mañana… ¡A la playa Marina de la Torre! A muy pocos metros, tan sólo hay que cruzar la carretera y listo. Claro que la arena tiene un aprobado raspado, no un sobresaliente como la de la Pregueira.
En los posts siguientes os contaré lo que comí por estos lares… ¡Que comer hay que comer! -Este año he traído 5,5 Kg. de regalo en los “abdominales”-.
Dejo Galicia por unos instantes -un par de días- y paso fugazmente por Madrid para tener alguna que otra cena cucharetera, ya que hay que darle algo de vidilla estas vacaciones a nuevos Restaurantes de Madrid, más que nada… para no perder la costumbre.
El equipo de Cucharete eligió una terraza muy concurrida, pero mi Corzo caramelizado con especias y salsa de frutos rojos no pasó la prueba de mi “exquisito paladar” y bien pocos cucharetes le van a caer al local… tienen que ponerse las pilas, podríamos llegar a destacar los entrantes, porque los postres suspendieron también con muy mala nota. Pero no os adelanto más, atentos a Cucharete.com que en unos días publicaremos el veredicto y conoceréis el nombre de este atractivo restaurante. -Estar… se estaba de vicio-
Al día siguiente tocaba relajarse en la piscina de Los Santos de la Humosa, en la que no había absolutamente ¡NADIE! ¡Cero patatero! Y no me extraña, porque el precio es el doble que la de Alcalá… así les va. Aunque lo cierto es que tienes todo el espacio para ti sólo, y nada mejor que ir bien acompañado y, entre baño y baño… un heladito.
Después de unas cañas… ¡A por un poco de comida basura! ¡Sí! ¡Al Patatín! Me encantan esas salsas sobre la carne adobada y el picadillo… se sale de mi vida “gourmet”, jajaja. Lo mejor era la música en vivo que tienen estos días en Cuadernillos que pudimos disfrutar desde la terraza, puro soul.
¡Id a ver “Venganza” al cine! La de Liam Neeson, porque se dan unas hostias como panes… 😉
PD. Para los adictos a la comida de este blog… Me habré comido estos dos días unos 5 helados y 5 bolsas de palomitas, esto a título meramente informativo… Si es que…
¡Juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Casi me muero! ¡Jajajajajaja! Todas las tómbolas este año regalan una Wii, o eso creíamos todos… “¡Otra Wii! ¡Y otra consola Wii!” Y al acercarme a verla, veo que es una Wiii de Nintondo! ¡Jajajajajajaja! ¡Qué risas! Mejor verla más de cerca… ¡Jajaja!
Así que después de los churros pertinentes, y de dar una vuelta por el arbolado recinto de la fiesta…
… ¡A tomar un batido en el Blanco & Negro con mi hermana! La cena ya os la imagináis, que sino cargo mucho el blog de comida… 🙂
Camino a casa, las vistas del Puente del Burgo iluminado son espectaculares.
Otro cartel lleno de nombres conocidos. Claro que unos suenan más de las revistas del corazón que de las propias plazas, no os podéis imaginar como firmaba autógrafos sin descanso Fran Rivera en los abanicos de las “guapas” mientras se la jugaban sus compañeros, y quien salió por la puerta grande fue el Fandi, que nunca defrauda en Pontevedra. Fran esta vez, salió abucheado después de multitud de intentos en dar muerte a “compañero” de corrida.
El cordobés sufrió un revolcón del toro que levantó a la plaza, parecía una grave cogida, pero no pasó nada, y le entró un chute de adrenalina que se puso a hacer el loco y dio unos cuantos “saltos de rana” y cabeceos al toro -con su cabeza- que dejo a todos “acongojaos”. ¡Pero qué animal! ¡Pa habernos matao!
El Fandi, que cortó 3 orejas, también hizo de las suyas, dando unos pases de rodillas…
… y apoyando la cabeza en la cornamenta del toro…
Pero cuando realmente hace vibrar a la plaza David Fandila “El Fandi”, es cuando pone las banderillas de sus propios toros. ¡Es un lujazo verle! ¡El puto amo!
PD. Los videos son de impresión, pero me los quedo 😉
El sábado pasado comenzaban las Fiestas de la Peregrina de Pontevedra, y el pregón lo daba nada más y nada menos que mi médico, el afamado alergólogo Dr. D. Fernando Filgueira Iglesias, muy querido en Pontevedra. A día de hoy es Jefe del servicio de la Unidad de Alergología del Complejo Hospitalario de Pontevedra, aunque a vosotros os sonará más por ser hijo del ilustre Filgueira Valverde.
Prácticamente de memoria nos brindó su ameno pregón, estructurado como si de un diagnóstico a la ciudad se tratase, donde resaltaría este párrafo, que incluso sin traducción -ya que perdería la gracia- entenderéis perfectamente:
Manoliño, arranxábase para ir á festa, diante do espello dicía: “Manoel, vas á festa, tes zapatos novos, traxe novo, garabata nova, levas cincuenta pesos no peto… que che falta?” E dende detrás a súa avoa dicía: Sentidiño, Manoliño, sentidiño.
El suelo se llenó de los colores gallegos -aunque con un azul muy moreno- y la ciudad entera, vestida de gala, no pudo comenzar con mejor pie sus fiestas.
Ovbiamente fui a que me firmase mi ejemplar del pregón, un gran recuerdo para mí, y aprovechó la ocasión para recomendarme un restaurante en Raxó que al parecer es espectacular. Espero poderlo visitar próximamente, para incluirlo en la sección de viajes de Cucharete.
Por la noche llegaron los fuegos… ¡Allí estaba toda Pontevedra! ¡Porque casi tengo que regresar a casa a aparcar el coche!
Después de recorrernos la alameda y de saborear unos churros en los Galiano -como siempre-, decidimos no hacernos un “mini” bocadillo con el pan que recorre los puestos…
…y nos fuimos al Bodegón “O Xamón”, a por esos chorizos al infierno que me pierden 🙂
Acompañados de “un poco de ensalada”, para no engordar, claro… 🙂
Hace dos años, cuando comenzaba con este blog, os hable de San Salvador de Lérez, nuestro patrón. Ahora dejo la historia a un lado y os presento la comida que nos pegamos los de estas tierras cuando “hai festa”.
Se empieza así…
…se continúa así…
…luego así…
… y el resultado es… ¡Una super paella de Lérez!
Claro que… ese es el primer plato -éramos 10- y después llegaron las fuentes de patatas fritas y de ensalada…
…que acompañaban al… ¡Carneiro! ¡Unas cuantas fuentes como la de la foto! Que no era al Espeto -como hace unos días-, sino a la manera de Teresa, mi abuela.
Y que regamos con un ribeiro SUMUM que traje de Vinarium además del albariño de la casa que está de muerte.
Terminamos a las tantas con unos Oportos de 28 años y una “pequeña” tarta de chocolate de Natalia -mi tía- ¡Joder que buena está esa tarta!
Branki es mi gato, pero está en Pontevedra claro, no en Madrid. Aquí tiene “calle pa correr”, jajaja, y no está encerrado en un piso.
Es el gato más cariñoso que he visto en la vida… ¡Que es gato, no gata! Y os lo voy a presentar en sus posturas habituales favoritas: Haciendo el ganso para que le hagan cosquillas…
Y cazando cualquier cosa que vea esconderse entre los mirtos que cercan la casa…
Claro que mientras juega por ahí, yo a lo mío, a asar unas sardinas ¡que toca comer!
Acompañadas como siempre de unos Pimientos de Padrón y de unos buenos Cachelos.
El domingo 3 de Agosto repitió Sebastian Castella, por lo que tampoco podía faltar. Y aunque me veáis saliendo de los toriles… no llego a pintar la arena… (que después de la corrida, sigue con la “pintura” fresca)
De nuevo un lleno que esta vez abrió la puerta grande para Enrique Ponce, compañero de Castella y El Cid.
Orejas para todos menos para El Cid, al que no le salieron buenos toros.
La Plaza de Toros de Pontevedra en todo su esplendor.
Después de recoger las almohadillas de la Cruz Roja y de hacernos unas fotos con una antigua ambulancia -que todavía arranca como el primer día y es una auténtica gozada- ¡A tapear al mismo lugar que el sábado!
No disfrutaba de una tarde de toros desde el 2006, así que ya iba tocando. ¡Y además venía a Pontevedra José Tomás! ¡la Leyenda! Fijaos en la fotografía que da comienzo a este post… resentimiento ante no poder conseguir una entrada -o un boli BIC- por menos de 3000 euros instantes antes de la corrida… ¡Escalofriante!
Yo de nuevo ayudando a la Cruz Roja con las almohadillas…
…ante un lleno absoluto de la plaza.
Un 2 de Agosto que pasará a la historia de la ciudad del Lérez… el cartel era excepcional:
El ánimo de Finito de Córdoba
La elegancia de Sebastian Castella
La maestría de José Tomás
Nubló la tarde la grave cogida del torilero José María Muñoz que presencié atónito en directo, no hay más que ver la portada de la prensa al día siguiente, el toro parece un autobús que arroya por completo al abuelo… Impresiona. Al parecer se recupera perfectamente. Gracias a Dios.
No voy a hacer un artículo taurino comentando la corrida, pero sí que os dejo unas fotos, para que veáis al mito en imágenes: ¿Se arrima o no se arrima? ¡Qué barbaridad! ¡Acongoja lo suyo!
José Tomás nos brindó estocadas que fulminan al toro al instante, sin necesitar la ayuda de su cuadrilla en ningún momento. Clava la espada… el toro se arrodilla ante él… y muere. No había visto nunca una estocada tan certera.
Tengo multitud de videos, pero al parecer no se pueden publicar, para ver a la leyenda “viva” del toreo hay que pasar por caja. ¡Y merece la pena!
Castella no cortó 3 orejas como Tomás -aunque la cuarta el público la pidió durante 10 minutos- pero dos le fueron suficientes para triunfar esa tarde y salir también por la puerta grande, y es que el francés estuvo a la altura, no hay más que ver las fotografías que pude hacerle mientras quedaba pasmado.
Finito de Córdoba no tuvo su día, pero qué menos que dedicarle un fotograma.
Terminada la jornada, hay que recoger las más de 2000 almohadillas, que entre todos hacemos en un “plis plas”, y limpiarlas y dejarlas bien colocaditas para el día siguiente volver a alquilarlas a 2 €. Yo le alquilé una a la mujer de Fernández Tapias, qué fuerte…
Y después a cenar unos chorizos al infierno, unas tablas de ibéricos, de quesos, de patés, unos pimientos de padrón y lo mejor de todo… ¡A contar batallitas hasta las tantas!
Resumiendo… -o presumiendo- YO VI TOREAR A JOSÉ TOMÁS.
PD. No me extraña que el de Galapagar haya sufrido una grave cogida estos días en El Puerto de Santa María en su mano a mano con Morante de la Puebla. Si es que… ¡Joder! ¡Qué tío!
¡Que no es una cueva! ¡Que estoy comiendo de nuevo por ahí! ¡En La Gruta! 🙂 Yo creo que la línea editorial de este blog engorda a los lectores por sí misma…
Más que hablaros de la comida, que como véis ha sido a base de una tabla de ibéricos, una tortilla casera, unos pimientos de Padrón, una ración de zorza… ¡y de postre mi tetilla con membrillo! (A ver cuando la encuentro así de buena en los Restaurantes de Madrid)…
…os mostraré el lugar, porque es digno de visitar. Una antigua casa llena de “escondrijos” transformados en comedores de todas las capacidades, desde minúsculos a muy amplios… rodeados de piedra de este a oeste y de norte a sur.
¿A qué estáis esperando para ir a probarla? No olvidéis pedir un mencía Pingadelo 2007, muy interesante ese vino de la D.O. Valdeorras. Tendré que regrasar como Cucharete, para incluirlo en la sección de viajes: Restaurantes de Pontevedra.
La Gruta
C/ Iglesia, 55
Santa María de Xeve
36155 Pontevedra
