No disfrutaba de una tarde de toros desde el 2006, así que ya iba tocando. ¡Y además venía a Pontevedra José Tomás! ¡la Leyenda! Fijaos en la fotografía que da comienzo a este post… resentimiento ante no poder conseguir una entrada -o un boli BIC- por menos de 3000 euros instantes antes de la corrida… ¡Escalofriante!
Yo de nuevo ayudando a la Cruz Roja con las almohadillas…
…ante un lleno absoluto de la plaza.
Un 2 de Agosto que pasará a la historia de la ciudad del Lérez… el cartel era excepcional:
El ánimo de Finito de Córdoba
La elegancia de Sebastian Castella
La maestría de José Tomás
Nubló la tarde la grave cogida del torilero José María Muñoz que presencié atónito en directo, no hay más que ver la portada de la prensa al día siguiente, el toro parece un autobús que arroya por completo al abuelo… Impresiona. Al parecer se recupera perfectamente. Gracias a Dios.
No voy a hacer un artículo taurino comentando la corrida, pero sí que os dejo unas fotos, para que veáis al mito en imágenes: ¿Se arrima o no se arrima? ¡Qué barbaridad! ¡Acongoja lo suyo!
José Tomás nos brindó estocadas que fulminan al toro al instante, sin necesitar la ayuda de su cuadrilla en ningún momento. Clava la espada… el toro se arrodilla ante él… y muere. No había visto nunca una estocada tan certera.
Tengo multitud de videos, pero al parecer no se pueden publicar, para ver a la leyenda “viva” del toreo hay que pasar por caja. ¡Y merece la pena!
Castella no cortó 3 orejas como Tomás -aunque la cuarta el público la pidió durante 10 minutos- pero dos le fueron suficientes para triunfar esa tarde y salir también por la puerta grande, y es que el francés estuvo a la altura, no hay más que ver las fotografías que pude hacerle mientras quedaba pasmado.
Finito de Córdoba no tuvo su día, pero qué menos que dedicarle un fotograma.
Terminada la jornada, hay que recoger las más de 2000 almohadillas, que entre todos hacemos en un “plis plas”, y limpiarlas y dejarlas bien colocaditas para el día siguiente volver a alquilarlas a 2 €. Yo le alquilé una a la mujer de Fernández Tapias, qué fuerte…
Y después a cenar unos chorizos al infierno, unas tablas de ibéricos, de quesos, de patés, unos pimientos de padrón y lo mejor de todo… ¡A contar batallitas hasta las tantas!
Resumiendo… -o presumiendo- YO VI TOREAR A JOSÉ TOMÁS.
PD. No me extraña que el de Galapagar haya sufrido una grave cogida estos días en El Puerto de Santa María en su mano a mano con Morante de la Puebla. Si es que… ¡Joder! ¡Qué tío!
No me extraña que con tantas emociones tuviérais que engordar el estómago de nuevo.
Por cierto, seguramente más de uno nos preguntamos quien es el hombre anónimo de la primera fotografía. Sin duda, tiene un aspecto “simpaticorro”.
Marcos, lo dices muy bien:
YO VÍ TOREAR A JOSE TOMAS….con eso está todo dicho.
Solo sé puede entender de otro modo:
YO ESTABA ALLÍ!!!!!!!!!!!