Esta fotografía es la culminación de una noche de lujo: Los fuegos del Apóstol, que incluyen la quema de la fachada de la Catedral de Santiago. ¡Es realmente impresionante! Este año se rumorea que será el último en el que se permitirá realizar este fantástico e insólito espectáculo de luz, fuegos y sonido, por lo que no podía perdérmelo. ¡Y allí me fui! ¡Fuegos a las 23:30! ¡En punto! Y por lo que podéis ver en la siguiente fotografía… ¡No estaba sólo! Ni mi cámara era la única.
Todos los años, la gente coge sitio sobre las 17:00h. en la Plaza del Obradoiro, para ver el espectáculo en primera línea, disfrutándolo en todo su esplendor, vibrando con la música, altísima, al ritmo de los fuegos y los láseres. ¡Espectacular!
Este año, llovió, y gracias a eso a las 22:00h. pudimos coger sitio a 5 metros de la fachda en plena Plaza del Obradoiro. ¡Ni pagando! ¡Qué suerte! Y como milagro, Santiago despejó los cielos y durante todo el evento relucían las estrellas, realmente fue increíble que parase de llover durante el festín de pólvora.
Compramos unos bocatas de calamares y jamón serrano y…. ¡Directos a la plaza! El “trío semáforo”: azul -en vez de verde- amarillo y rojo, jajaja. Yo parezco ET con el bocata.
El espectáculo… de 10. Jamás creí que vería los fuegos del Apóstol desde la mismísima Plaza del Obradoiro, con la distancia justa para que las fotografías saliesen de lujo.
¡No cogía un alfiler! Tardamos una barbaridad en salir de la plaza, pasito a pasito…
A mitad de camino repusimos fuerzas…
Para continuar paseando por el centro, mojado -como debe ser en esta ciudad- y por la alameda, donde le dimos a unos churros, que bien buenos que estaban.
Para terminar tomando unas copas en la Casa das Crechas, a las que nos llevó Suso recordando sus años mozos -¡juas!-.
Os dejo el vídeo de la traca final, pero podéis ver más aquí, aquí, aquí y aquí (o los que grabó Suso).
Esto ya lo he visto en otro blog , pero ahora no recuerdo el nombre . Vaya tela , esto si parece una concentracion de japos jajaja
Me hizo gracia la foto en la que se ve a Osus esperando a que le atiendan , me hizo recordar a un amigo que tenía que era la mar de cortado y siempre se quedaba esperando a que le dijeran ¿que vas a tomar? , en cambio yo soy de los que salta por encima de la barra ( en algunas ocasiones ) .
¡Impresionante! Me ha recordardo a las espectaculares creaciones que se representan en el Palacio de Comunicaciones de Madrid todas las navidades pero “a lo bestia”.
Me voy ahora mismo a por un queso de tetilla como el que me acabáis de enseñar 🙂