No hay nada mejor que maridar una comida de negocios con una buena mesa, y para esos menesteres el Restaurante Las Tres Manolas es un valor seguro. Fui invitado por Orlando, de Viajeros del Vino (un portal de enoturismo y cultura vinícola junto con su blog Turivino) que quedó encantado. Yo por mi parte, confirmé los 5 cucharetes que luce el local en Cucharete desde hace más de un año. ¡Se los daría de nuevo!
Y a lo que empezó con una bolita de pan de amapolas (exquisito, aunque después cambié al de nueces) acompañado de un gazpachito de fresa ¡riquísimo! le siguieron unas viandas que hacen de Las Tres Manolas un restaurante increíble para el precio que tiene.
Comenzamos con una Ensalada de queso de cabra con vinagreta de naranja y frutos secos que dejó a Orlando estupefacto con su espectacular y cuidada presentación en torre (que en la fotografía no se aprecia). ¡Nos daba pena mezclarla! Estaba… como siempre… ¡de muerte!
Le siguieron unos impresionantes Huevos rotos con bacalao y pimientos asados que… un poco más y repetimos (a pesar de que venían los platos principales detrás) porque os aseguro que no podéis probarlos así en ningún otro sitio. ¡Un 11 sobre 10! ¡Deliciosos!
Después de semejantes entrantes de excepción llegaron los platos principales, y mi elección no fue otra que el Rabo de Toro, que disfruté como un carnívoro selecto.
Orlando se decantó por un Magret de Pato al Pedro Ximénez que cumplió ampliamente sus espectativas.
Regamos todo con un Ribera del Duero Ceres 2005, terminando con un Goxua de postre y unos cafés, que acompañaron una entretenida, instructiva y agradable conversación de la que fructificarán grandes signergias.
No viene nada mal el recorrer semana a semana los diferentes Restaurantes de Madrid descubriendo lugares tan recomendables como éste, pues te permite disfrutar de una amplia y variada oferta para tus comidas de negocios. El que quiera consejo… ¡que le eche un ojo a Cucharete!
El esfuerzo por la evolución en la elaboración y, como se puede ver aquí, sobre todo en la presentación de los platos es digno de unos cuantos elogios.
Jonkar, ¡sinceramente impresionante!