Este “paseo” sí que merece el viaje, un asombroso camino colgado -literalmente- de la pared rocosa. Creo que en este post sobran las palabras, si acaso me reservo algunas para el final, mientras tanto os dejo con algunas imágenes de las tropecientas que saqué allí -imaginaos el sonido del agua, pues iba con mucha fuerza-
No solo el trayecto es increíble, también el paisaje, es para disfrutarlo tranquilamente. Ahí van otras dos fotos.
Llegado el puente colgante… empieza lo bueno, la Nines a jugar con el Marcos (que se muere de vértigo) 🙂
Y es que… entre la altura, lo que se mueve, y que el piso es de rejilla y se ve el suelo…
Pero lo mejor es el video, que justo cuando empezaba ¡se acabó la tarjeta de 1 GB de una de las cámaras! De todos modos es para partirse de la risa.
Y también se incluye una larga pasarela bajo la roca, en la que hace un frío que pela (se agradecía por el calor que hacía fuera) y no se ve el final, pues lleva curvas incluidas y un mirador en el centro. Genial este lugar.
Acabo de descubrir de donde proviene la inspiración para los grandes parques acuáticos de la ciudad y los cinematográficos escenarios de multitud de películas.
Una pasarela que se presenta cuanto menos ¡divertidísima!