07
Sep
2007
Se acabaron las Fiestas de Alcalá, pero no sin llevarse alguna que otra botella de sidra en los darditos -menos mal que Rubén tuvo buena puntería, sino íbamos a beber agua-. Aunque no tuvimos +%&? a subirnos a la atracción que más cola traía día a día: ¡La pelota!
Lo que sí no se acaban son las caipiriñas… que día a día se les da un repasito, ya sea en el Naïf de siempre…
… o en el Kingston Pub, que son enormes.
Un poco más tranquilas este año, quizás debido al tiempo, pero no ha faltado nada de lo esencial. Menos mal que nos dio por romper globos con dardos y no a destrozar azulejos. Al menos no nos fuimos secos a casa 😉