El año pasado por estas fechas hacía referencia a estas fiestas (Uno y Dos). Por lo que ya disponéis de algo de información sobre su comunitaria oferta gastronómica. Pero… este año no podía ser menos, así que el primer día de verbena tocó probar la caseta de Galicia -como de costumbre-, eso sí, con un clima más otoñal que veraniego.
La ración de chopitos muy buena, la de calamares muy mala. El bocata de chorizo lo hacen con chorizo y medio -cuando en otras casetas te ponen dos por el mismo coste- y las raciones de mejillones al vapor y de pulpo… ridículas para el precio que tienen: 15 € -ya podían cortar los trozos de pulpo más pequeños- un poco más y te lo tienes que comer tal y como sale en la foto de abajo.
Resumiendo… lo de todos los años, más o menos todas las carpas ofrecen lo mismo con una pequeña puntualización a los productos de su comunidad, pero difieren en precios, calidad y cantidad, por lo que hay que echar un vistazo para elegir un buen lugar antes de dirigirse a hacer cola en una caja.
¿Y los churros con chocolate? ¡Penosos! Por lo menos los que tomamos nosotros…
Lo mejor de la noche: la luna… ¡Que es gratis! Como el concierto de Soraya en la Plaza Cervantes, que para mí fue un fracaso -digan lo que digan los periódicos de mañana-, una vez “terminado” no se escuchaba por ningún lado lo típico: “Otraaaaaa, otraaaaaa, otraaaaaa…” Y aún así salió la triunfito a cantar alguna más para sorpresa de los allí presentes.
¡Felices fiestas!
Algún que otro pajarito me ha comentado que este año hay escasez de puestos, menos gente y que, en fin, todo ha bajado menos los precios. ¿Será debido a las últimas noticias de “ilegalidad” o por el temporal que nos acompaña? Quizás tuvo algo que ver la pregonera? Démosles una tregua de una semana por si acaso.