28
Jul
2007
El atardecer en la playa Pragueira -de la que siempre os hablo- es espectacular… la luz juega con la arena -blanca y muy fina- tiñéndola en tonos azulados.
El verdello sobre las rocas, llama la atención y gana en intensidad con las caricias de los últimos rayos de sol del día.
Y, cómo no, siempre haces algún que otro amiguito… 😉
No tiene más de un centímetro, pero no os imáginais la de fotos que hice hasta que se quedó quieto el jodido.
¿Ya tenemos nombre para nuestro nuevo amigo? Espero que no tuvieras que anestesiarlo para poderle tomar esa foto. Lo que no se puede negar es que este pequeño animalito vive en un entorno de lo mejorcito de Galicia.