Nada comparable para disfrutar del buen pulpo a la Pragueira… Aunque estos días locos del norte nos dificultan pillar un día de sol, pero “habelos hailos” Y qué mejor que una ración contundente -pues ahora se lleva mucho lo de tapar el plato con finas rodajas y listo, como si de un bocata de embutido de un área de servicio se tratase-
Pero el pulpo no va solo… a parte de las ya habituales tortilla y ensalada… tiene amiguetes -como los donetes- 🙂
Y después de un día de playa, al día siguiente llovió todo lo que quiso y más… así que para cenar hay que olvidarse de las terracitas veraniegas y buscar buen cobijo, como A casa do Coto -que pronto publicaré en Cucharete– Donde como véis, la tortilla -que por cierto esta vez no estaba nada buena- se deshacía sola.
Pero estad atentos a la sección de Viajes de Cucharete por Pontevedra, porque veréis todo lo que pudimos degustar, incluyendo los siempre vistosos chorizos al infierno que me encantan.
Está clarísimo que la segunda foto ha sido para aumentar incluso más mi antojo proveniente de el artículo anterior. Ya sea pulpo “á feira” o como aquí se dice “a la gallega”, deberé acercarme a descubrirlo por aquí cerca. Si lo encuentro, no dudéis que lo sabréis todos pronto. Ante tal tortilla a medio cocinar flotando sobre su propio huevo, me tiro más hacia los choricillos al infierno 😀