La hoz del Huécar es atractiva de por sí. Sobre ella brillan tres de las múltiples casas colgadas que hubo antaño. Las Casas Colgadas, también conocidas como “Casas Voladas”, “Casas del Rey” y, erróneamente, “Casas Colgantes”, han sido utilizadas como viviendas de uso particular y Casa Consistorial, aunque actualmente alojan un mesón restaurante y el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, con obras de Tapies, Chillida…
Completamente restauradas a día de hoy, son edificios de origen gótico en los que se conservan algunos elementos originales en la parte que sirve de museo. En el interior, abunda la madera. La fachada, renacentista, procede de un viejo palacio de Villarejo de la Peñuela. La casa de la izquierda -cocina del mesón- recibió el nombre de Casa de la Sirena.
Al final la lluvia hizo acto de presencia, pero ahí estaban los 7 colores para dibujarnos una sonrisa.
Tan impresionantes que da pena no llevarse un recuerdo de Cuenca con ellas como motivo principal como es la característica botella de Resoli. Ya te guste o no, un buen detalle incluso para regalo. ¡Cuidado con los que tengan vértigo!