05
May
2007
A 22 Km de Cuenca, en plena subida hacia la Ciudad Encantada, nos encontramos con una curva abarrotada de coches aparcados: ¡un espectacular mirador cuyo curioso enclave es una preciosa cueva natural!, desde sus “ventanas” -abiertas al asombroso precipicio- podemos ver el discurrir del río Júcar entre las paredes -casi verticales- desde una altura cercana a los 200 metros. ¡Impresionante!
Me encanta esta foto a contraluz.
La vista de la hoz del río Júcar, con semejante desnivel… como podéis imaginar… sorprendente.
El zoom, muestra los detalles que más destacan.
De las más bonitas formaciones naturales de nuestro entorno. Eso sí cuidado al salir de la curva para aparcar por la acumulación de los coches y la clientela haciendo compras en los chiringuitos turísticos. Si se va en invierno, conveniente ir bien abrigado puesto que los vientos soplan por el ventanuco no son nada relajaditos.