Como dice mi novia: el pueblo de Pin y Pon. Un pequeño lugar a unos 23 km. de la ciudad. ¡Precioso! Sus calles cuidadosamente asfaltadas, su fuente central, su imponente farola, y su más preciada joya: la iglesia. Una diminuta urbe que lo tiene todo para el relax que proporciona escapar de la gran ciudad y respirar aire puro. ¡Incluso columpios para los más pequeños!
Conocí a Loyd, un pastor alemán muy juguetón. Allí mismo, Raimundo me enseñó sus tinajas y todo lo necesario para la elaboración de la miel de sus colmenas . Recorrí todo el pueblo y visité La Cueva, donde el vino mantiene intactas sus propiedades sin sufrir las inclemencias del tiempo. Fotografiamos la iglesias de San Isidro y comimos en casa de la tía Loli un jugoso jamón serrano y un sabroso queso curado, después de visitar la reforma completa de la casa, ¡enorme!.
Un curioso y singular pueblecito donde sus habitantes se cuentan con los dedos.
Después de tanta información sobre las exquisiteces y las enormes ventajas de tan grande pueblo seguro que comienza a repoblarse rápidamente. Sólo espero que no sea colonizado por un gran centro comercial. Por cierto, a ver cuando preparamos una excursión. ¿Tu que opinas Pedro?
Ahí, ahí, tirando de flash. ¡Qué fotos más buenas hace tu nueva cámara! Bonita la farola, ¿También la encienden? 😛
Lo de la excursión me parece una excelente idea, cuando queráis lo hablamos y buscamos un destino.
Pues tenéis razón, es mi pueblo ya que yo soy pin y pon: Aunque ultimamente no puedo ir mucho, desde los últimos comentários de estas fotos ha habido muchos cambios.Os invito a pasar por este mi maravillosos pueblo y veréis todo lo nuevo y bonito que es, hasta tenemos árboles podados a la altura del tronco y fachadas artísticas.
En fin muy buenas fotos, menos mal que la cantera no sigui adelante, si no, se hubiera quedado en pueblo camionero y ruidoso.
Sales muy guapa Nines.
Besos.
Tiene hotel? o sitio donde dormir?
Mmmm… ¿Un 5 estrellas quieres? ¡Difícil! Pero estos días están en fiestas, del 15 al 17 😉
No hay ningún sitio donde hospedarse, pero a unos 13 km, en Chillarón sí que hay hostales.
quería comentar que realmente es un pueblo precioso y me trae muchísimos recuerdos de la infancia, los dias que pasé en la casa de mi abuela Aquilina en la calle Real, nº21
quiero comentarte también que donde te hiciste las fotos con las tinajas del vino, donde Raimundo, ahí también he estado yo. Raimundo estaba casado con una prima de mi padre que se llamaba Nines
Bueno, yo llevo unos cuantos años siendo un “Bascuñanero” de adopción.. precioso lugar, en la serranía.. esta tarde marcho para allá.. a las fiestas.. 😉