La playa Pragueira está de lujo, ya os he mostrado estupendas fotografías anteriormente, pero la verdad, el agua… tira un poco a fría… Así que he buscado el calor, y después de 11 largas horas de viaje cumpliendo los límites de velocidad establecidos, me quedaré en Calpe 8 días, una pequeña villa marinera alicantina conocida sobre todo por su simbólico Peñón de Ifach -Parque Natural desde 1987-, que se eleva por encima del mar nada más y nada menos que 325 metros. ¡Habrá que subirlo para hacer un poco de ejercicio! Ifach viene a significar “norte” en el idioma de los fenicios, pueblo que lo denominó así tomando como referencia el Peñón de Gibraltar, que era el del sur.
Me quedaré en el Hotel Bahia Calpe que lo tengo en la misma playa del Arenal, y las vistas desde la habitación son magníficas.
Sol y playa que espero que no se vean perturbados por noticias como ésta, cuyo titular “acojona”: Aparece muerto en la playa del Arenal de Calpe un tiburón de cuatro metros de longitud. ¡Menos mal que aparecen muertos! ¡Jajaja! Espero no alejarme mucho con el colchón hinchable… pues al parecer estos escualos viven a 100 metros de la costa -aunque no “suelen” atacar a los humanos-. Si no regreso, ya sabéis el porqué.
La playa de noche es realmente vistosa… a ver cómo se presenta mañana…
Los Baños de la Reina -un complejo de viveros tardo-romanos del siglo IV-V comunicados entre sí y con el mar- se divisan desde el mismo paseo marítimo mientras buscas un restaurante playero donde cenar. ¡Mañana nos bañaremos en sus aguas! Pues se puede acceder a sus charcas sin prohibición alguna.
La cena… platos de batalla que se dejan comer con gusto: Pollo a la brasa, Mero a la plancha, Chuletas de cerdo, Mejillones al vapor, Ensalada… todo eso con postres y bebidas no alcanzó los 7 euros por persona. ¡Menudos precios!
De vuelta al hotel, y deseando que mañana sea un día soleado y sin tiburones, a disfrutar de las vistas nocturnas…