Artículos de agosto, 2006.
“Los pimientos de Padrón, unos pican y otros no”, se repite en la boca de quienes conocen esta delicia verde, y hoy, primer sábado de agosto: ¡se celebra la XXVII Fiesta del Pimiento de Herbón! ¡Y allí estoy yo con mi abuela!, al lado de uno de los tractores decorados más vistosos.
La aldea de Herbón pertenece al municipio de Padrón, en este pueblo se producen unos 15.000 kilos de pimientos, que se venden entre los meses de junio y septiembre. Pero durante la romería, se reparten gratuitamente este año 3.000 kilos de este producto de la huerta, acompañados de pan de maíz, chorizos y vino de Rioja. La fiesta suele ser después de la procesión, en la carballeira del convento de los Padres Franciscanos.
En el siglo XVI, los padres franciscanos trajeron de Mexico a esta zona la semilla de los pimientos. El clima idóneo, el terreno apropiado y las condiciones óptimas de cultivo consiguieron un pimiento de tamaño reducido con unas cualidades gastronómicas inimitables, como son su punto picante –carallo con algunos- y su especialísimo sabor. Su producción es el punto fuerte de la economía de la parroquia.
Es una fiesta declarada de interés turístico, que no os podéis perder si estáis el año que viene por aquí en estas fechas. Como podéis ver: ¡Me han permitido participar en su fritura! ¡Y he ayudado cortando el pan! Y lo que más os interesará… ¡Me llevo unas cuantas bolsas para invitar a los colegas madrileños! 😉
Después de una calurosa mañanita en la Pragueira, lo mejor son unos sabrosos pollos de casa (de mi abuela) a la brasa. ¡Ni que decir tiene, que nada que ver con el pollo de 6 euros asado al rodillo! ¿Quién se viene? Ya sabéis… cuando os paséis por mi casa de Pontevedra, estáis invitados a un churrasco en el asador que tenemos en la finca. Hacemos unas buenas brasas con cepa seca, y acompañamos la carne con unos buenos cachelos, para los cuales podemos ir antes a Barosa a recoger loureiro por el monte. ¡Regado todo con albariño de la casa!
A ver… ¡Rubén, Pedro, Marta, Willy, Gonzalo, Alicia, Merce, Agus, Hawkex y todos aquellos y aquellas que escriben menos! ¿Cuándo vais a venir a visitarme a Pontevedra a tomar un cafecillo en el molino principal de la cascada de este espectacular parque natural? ¡Invito yo! ¡Que lo tengo muy cerquita de mi casa! Y si queréis, en mitad del recorrido, podemos quedarnos a comer: ¡pulpito y churrasquito! en un lugar muy peculiar, sentados en unos troncos y por mesa un barril viejo. No os doy más detalles ni os pongo más fotos, ya que desvelaría parte de la magia del lugar. ¡Tenéis que vivirlo en directo!
Hoy he estado paseando por allí. A parte de un recorrido sinuoso y precioso de aproximadamente 2 horas, podréis observar diversos molinos, que nuestros antepasados utilizaron aprovechando de manera muy inteligente el curso de las cascadas encadenadas que discurren alegres por un desnivel de 20 metros. La zona contiene una excepcional fotografía, un lugar idílico para pasar la tarde contando historias y finalmente terminar disfrutando de su puesta de sol acostado en la roca principal. Mmmmmm…
La tranquilidad es absoluta, ¡no hay ordenadores! ¡prácticamente ni cobertura! El paisaje nos transmite con delicadeza una sensación indescriptible, que nos hace sentir exploradores de tierras vírgenes.
Para tomar un churrasco enxebre… sabroso, abundante y barato, tenéis que venir al Cantaclaro en Chan do Monte 24, Marín (Pontevedra). A ver quien es el listo, o la lista, que aguanta la cena sin aflojar el cinturón 3 o 4 agujeros, gastándose tan sólo 12 € (con entrante, albariño crianza y postre) 🙂
Os voy a contar esto… porque no sé si podré dormir de las carcajadas que nos hemos echado los de nuestra mesa. ¡Qué risas con los dos paisanos de la mesa de al lado!
Resulta que uno de ellos pidió un Rioja reserva, y al llegar el camarero dispuesto a abrir la flamante botella, el individuo comenzó a calentar su copa y la de su compañero frotándolas con las manos, comentándole al camarero que las copas estaban muy frías y que un buen tinto debe servirse a una temperatura de unos 16º. Al comprobar que no alcanzaban la temperatura deseada, se acercó a la barra a solicitar otra pareja de copas. ¡Carallo con el entendido! Lo bueno viene ahora… Una vez el vino fue servido y probado, se escucha decir al “culto”: ¡Y trae una botella de gaseosa!
Jajajajajajajajajajajajaja. ¡Vivan los gallegos y su vino del país!
Mmmmmm… ¡qué bien se está en las Cíes! Todos aquellos que vengáis a Pontevedra, reservad un día de vuestras vacaciones para coger un barco en Vigo, Cangas o Bayona camino de las islas a primera hora de la mañana y no regresar hasta última hora de la tarde, son espectaculares. También podéis optar por una plaza en un camping con límite de plazas mediante reserva.
La vista de la Isla Sur desde la Isla del Faro es impresionante, así como todas sus playas y calas… ¡No olvidéis visitar la Piedra de la Campana y el Mirador de Aves! Miles de gaviotas acarician el viento elevándose desde sus nidos sin necesidad de aleteo alguno, se te pasa el tiempo “volando” allí.
¡Un paisaje impresionante! ¡600 MB de fotos! Por compararlo con algo… lo compararía al Monasterio de Piedra de Nuévalos (Zaragoza), cambiando los paisajes de montaña y cascadas, por playas y acantilados.
La verdad, es que la temperatura del agua… nada que ver con la del Mediterráneo, pero de todos modos, podríamos decir que es el Caribe Gallego 😉 [Más fotos]
