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Después del rodaje… ¡ñam!, ¡ñam!, ¡ñam!… y no quedó ni uno… ¡Cómo coméis! 😛 Voy a tener que volver pronto a Galicia a comprar más. ¿Cuántos picaban? ¿Tres? ¿Cuatro quizás? Pues ya veis que le fueron a tocar todos a Nines, ¡cómo los elige! Jajaja. Menos mal que teníamos un buen albariño “de Lérez” para regar esos choricillos al infiernillo que siempre asombran a quien los ve hacer por primera vez, ¿verdad Pedro?
Ya de paso aprovechamos para poner unas velitas a una apetitosa tarta de chocolate y celebrar mi cumple con un pelín de antelación, ¡buf! muchas velas para soplar ya… menos mal que sólo se pusieron la mitad 🙂 Pero lo mejor: la tarta de pera que trajo Marta, ¡esa sí que estaba buena! ¡repetí 3 veces!, las bolsas de higos de Pedro, y las pastitas que “iba a traer” Rubén, jajaja.
Después salimos a tomar nuestra caipiriña habitual, y… ¡sorpresa, estaba cerrado! Resulta que el Naïf abre de jueves a domingo, así que… tocó ir a La Nuit (porque lo del camarero de la terraza del Café Continental fue increíble).
¡Duro día de rodaje! ¡Tengo ampollas en los pies! Desfilando durante nada más y nada menos que ¡10 horas con botas militares de aquella época! Subiendo cuestas entre polvo y sudor, repitiendo las tomas una y otra vez cantando “El camarada” con un sol de justicia, hasta que el director quedaba satisfecho con el resultado. Ni os imagináis a qué velocidad se puede llegar a beber una botellita de agua de 33 cl. cuando uno se muere de sed.
Rodamos en La Vega del Henares, una finca privada de 500 hectáreas situada en las afueras de Alcalá, rodeada por el río y al pie de las montañas; un paisaje sin duda muy bien elegido para esta secuencia de la película. Participábamos unas 80 personas, hemos quedado hechos polvo (y llenos de polvo jajaja) ¡Pero menudas fotos que nos llevamos de recuerdo, más de 100! Algunas son realmente buenas 😉
Os he dejado algunos datos sobre la película en el artículo anterior. ¡Volveré a rodar el día 21 en Madrid!
[Fotos del rodaje] [Más sobre mis rodajes]
Ayer fuimos a ver A todo gas 3: Tokyo Race unos colegas, vamos… la típica película a la que no puedes llevar a la novia (o por lo menos a muchas de ellas) porque si lo haces, le debes por lo menos 4 o 5 cenas románticas 😉 Pero que los chicos nos lo pasamos de vicio en ellas… Coches, coches y más coches… Reconozco que la película es una “ejem”, jajaja, pero es que vas a ver lo que vas a ver 😉 Lo mejor, dos cosas… ¡cómo subía el tío por las curvas del parking haciendo un drifting perfecto al milímetro! y… ¡cómo daban la salida las chicas a las carreras! ¡Juassssssssss! He encontrado en Youtube varias carreras del film, aunque os aseguro que ni comparación a verlas en la gran pantalla: 1, 2, 3, 4, 5, 6. Y aquí os dejo los coches, ¡me quedo con ese Nissan 350Z negro! Impresionante…
Nos ha gustado la canción final de la banda sonora, “Conteo” de Don Omar: Uno!, dos!, tres!, cuatro!… ¡Cómo bailaba el que calvito que nos marcaba la salida de la sala! ¡Qué destreza! Jajaja.
Después de cenar en el centro comercial acabamos de nuevo en Alcalá en el Naïf, tomándonos nuestras caipiriñas. Y terminamos hasta las tantas bailando en el Can Can. Pero no había mucho movimiento por la ciudad, se nota que estamos en fechas señaladas, donde todos los pueblos están de fiesta 😉 ¿Quién nos hizo las fotos? ¡Raúl Cara Tomate! Que cuando algún día salga en el blog será con un tomate por cabeza, como los hijos de los famosos, que no pueden verse 😉
Ayer acompañé a mi novia a la estación de Atocha. Situado en el mismo lugar donde un día estuvieron los antiguos raíles y andenes, se encuentra un jardín tropical que es único en el mundo, por sus características, su ubicación y las plantas que alberga. Disfrutamos de 4.000 metros cuadrados de zona verde con 7.200 plantas de 260 especies, originarias de distintos lugares como la India, Australia, Asia o China, entre muchos otros.
Se te pasan las horas observando a las tortugas, que recogen calor secando su piel en las piedras en posturas muy graciosas unas encima de otras. ¡Pude contabilizar más de 100! Rodeadas de guppys como los que tengo en el acuario de casa. Puede que haya en el estanque decenas de miles de peces y quizás me quedo corto… pues los guppys se reproducen con extrema facilidad y sin descanso. ¡En mi acuario también crían!
El miniecosistema parece sostenido, pero debe resultar bien difícil mantener correctos los parámetros del agua, sobre todo, porque de vez en cuando la gente les tira trocitos de pan, palomitas y todo tipo de alimentos, que desequilibran la calidad del medio establecida por los cuidadores.
También te entretenienes observando a la gente, ¡no cabe la menor duda de que cada uno es de su padre y de su madre! 🙂 ¡Cuánta gente rara hay por el mundo! ¿O quizás el raro soy yo? 😉
Más tarde llegó Rubén de Valencia. Nos echamos unas risas mientras me contaba las anécdotas de su viaje de trabajo probando la tecnología 3.5G, y el asombro de los taxistas en sus viajes de 3 horas de un lado a otro de la ciudad marcando como destino el mismo punto de partida. Así como las aventuras de exprimir la American Express de la empresa 😉 Cenamos en el Indalo del Garena Plaza, como no, y después de un helado, nos tomamos unas caipiriñas en Alcalá. ¡Y menos mal que no acabamos en el Ás de Trébol!
No termino de creerme la situación en la que nos estamos viendo envueltos en Galicia: ¡en llamas!
Pontevedra, mi tierra, es la provincia más afectada destrozada por el fuego. A estas horas hablamos de 110 incendios activos y 67 de ellos fuera de control, una cifra que sube día a día, pues las noticias hablaban de 72 incendios y 45 sin controlar el día 7, mientras viajaba de Pontevedra a Madrid en mi coche particular.
¡Jamás habíamos vivido algo así! Se comenta que son unas 10.000 las hectáreas arrasadas. Llegamos a ver llamas desde la ventana de mi casa, pues se quemaba el monte del Castelo. Cuesta respirar, el cielo está completamente gris. En las playas, a los rayos de sol les cuesta abrirse un hueco entre el humo. Por las noches, la luna -desde el propio centro de la ciudad- queda completamente oculta. Las viviendas se llenan de ceniza, pues entra por cualquier huequecillo de las ventanas. Paisajes como el de Soutomaior, donde el fuego llegó a 50 metros de la propia Casa Consistorial, están completamente destrozados. ¡Horrible!
Cuando las llamas se acercan a las casas, la situación se vuelve catastrófica, pues no hay medios disponibles y los propios vecinos de las aldeas se juegan la vida luchando por mantener lo que tienen. Antes de mi viaje, cambié las ruedas del coche en un taller de la zona, me comentaba el mecánico que había estado 12 horas evitando que el fuego llegase a unas casas cercanas, que a unos 50 metros de las llamas ya se te derrite la piel, y que al final 2 casas y 3 coches sufrieron daños y dos gallineros llenos de pollos se quemaron completamente. El ejército llegó muy tarde y sin medios.
La Xunta denuncia la obvia intencionalidad, y los gallegos observamos en directo desde nuestras ventanas, atónitos y con impotencia, semejante destrozo. Muchos incendios simultáneos alcanzan nivel 1 de alerta, aquel que se decreta cuando las llamas amenazan a bienes o personas. Ahora empieza a haber detenidos, y aunque paguen por ello lo que marque la ley, una gran mancha negra quedará en nuestros mapas… y en nuestros corazones.
Ya está lanzado el rodaje de “Las 13 rosas”, película de Emilio Martínez-Lázaro en la que participaré como… ¡falangista! Increíble… ¿No quedaría otro huequecillo? Bueno… de todos modos, son papeles que sirven para que cierta parte de la historia no se repita…
Hoy he asistido a la prueba de vestuario en Madrid, en la que me asignaron la vestimenta de la foto. ¡Me tengo que aprender “El camarada” y el “Cara al Sol“! Y lo peor de todo, me han rapado las patillas 2 centímetros justo después de hacerme la foto… ¡Mierda! Ahora tengo un cuadradito blanquito, jajaja… 🙂
El rodaje, inspirado en el libro de Carlos Fonseca “Trece rosas rojas” y que cuenta con un presupuesto de nueve millones de euros, durará hasta noviembre, y el esperado estreno tendrá lugar a principios de 2007.
¡Ya os dejaré las fotos del rodaje!, iré a dos o tres sesiones. Y… ¿jugará esta vez Hawkex con las fotos? 😉
[Más sobre la película] [Más sobre mis rodajes]
El cartel de hoy era de bandera: El Juli, El Fandi y Sebastián Castela. ¡Menuda tarde de toros! ¡La plaza abarrotada! He pillado de refilón a Ortega Cano, que lleva un despliegue de seguridad tremendo (venía como comentarista para Antena 3, pues televisaban la corrida).
El que más me ha gustado, como siempre, es el Fandi, ¡hay que ver cómo levanta la plaza de Pontevedra! ¡qué manera de colocar banderillas a sus propios toros! Cortó dos orejas; menos suerte tuvo Sebastián Castela, que aunque toreando de primera no era certero a la hora de dar muerte al toro. El Juli, mal, muy mal, salió abucheado de la plaza…
Colaboré con Cruz Roja, proporcionando almoadillas a 2 euros a las personas que asistían a disfrutrar de la tarde. ¡Todos deberíamos colaborar de vez en cuando con estas Instituciones Humanitarias!
La sensación de ver vibrar toda la plaza con el Fandi es para vivirla en directo: navarra, chicuelina, verónica… y un sin fin de lances espectaculares. Recibí una llamada de teléfono en mitad de la faena y era como estar en un conciento de los Rollings pegado a los bafles, ¡como pone en pie a la gente este hombre!
¡Vaya si se juegan la vida estos señores! El público quedó satisfecho de la tarde que nos brindaron los maestros del estoque, pues los toros de Alcurrucén suelen salir muy buenos siempre, como los Victorino, aunque estos últimos presuman de su “marca”.
Y qué mejor que terminar una buena tarde de toros que de nuevo ¡de tapas por Pontevedra!
¡6 de agosto: ¡San Salvador de Lérez! ¡El patrón!
El Monasterio de San Salvador (donde apararezco con mi prima), fue fundado por el Abad Guntado bajo la regla de San Benito en el s. IX, recibiendo muy pronto importantes privilegios a la vez que espléndidas donaciones del rey Ordoño II y su mujer doña Elvira. Se estableció posteriormente como Colegio de Humanidades y Filosofía, en el que estudiaron y ejercieron labor docente los padres Sarmiento y Feijoo en el s. XVIII.
Lo más destacado del exterior es su fachada, donde hay una hornacina con la imagen de San Benito y el escudo de España. Está flanqueada por dos torres, y en el frontón se lee la fecha de 1748 (s. XVIII). En su interior, lo más notable es el retablo del altar mayor, obra neoclásica de Juan Rodríguez de Barros y Juan Altamirano. En el lado del Evangelio está la capilla de San Benito, a la que acude todos los años una numerosa romería para venerar la imagen del santo que allí se guarda. Del claustro del s. XVI conserva tan sólo un ala, la inmediata a la iglesia, con varios arcos de medio punto en el cuerpo bajo y doble número de ellos en el primer cuerpo, todos sobre columnas exentas.
Y como todo buen patrón de pueblo implica una buena comida, nos reunimos toda la familia en mi casa a comer un exquisito carnero preparado por mi abuela 😉
Menú para 10 personas: 5 fuentes de langostinos, 5 de carnero, 2 de empanada de xoubiñas, tartas y helado. ¡Y albariño de mi padre!
¡A comer que ya está la mesa puesta!
Estos días de peñas taurinas (calimocho mientras el cuerpo -y la camiseta- aguante), el embrujante casco viejo de la ciudad del Lérez, se convierte en el lugar ideal para saborear unas exitosas y típicas tapitas veraniegas acompañadas de una caña o un buen vino…
Desde la Iglesia de la Peregrina (foto), bajando la calle de los soportales, tenéis acceso a la zona vieja. Un agradable y apetitoso olor a pimientos de padrón, calamares y pulpo, se aprecia suavemente en las plazas y calles abarrotadas de terrazas (y de gente): la de la Herrería, la de la Leña, la de la Verdura, la del Teucro… ¡Venid! ¡Estamos a 30º y con una ligera brisilla muy agradable!
¡Ahí me tenéis! hablando con el Ravachol, el famoso loro del conocido boticario don Perfecto Feijoo, que se incinera cada carnaval congregando a cientos de viúdas, obispos, monjas, curas y todo tipo de personajes fúnebres. Charlamos… sobre los incendios que tienen lugar estos días en la provincia, sin llegar a entender a quién pueden beneficiar.
“Los pimientos de Padrón, unos pican y otros no”, se repite en la boca de quienes conocen esta delicia verde, y hoy, primer sábado de agosto: ¡se celebra la XXVII Fiesta del Pimiento de Herbón! ¡Y allí estoy yo con mi abuela!, al lado de uno de los tractores decorados más vistosos.
La aldea de Herbón pertenece al municipio de Padrón, en este pueblo se producen unos 15.000 kilos de pimientos, que se venden entre los meses de junio y septiembre. Pero durante la romería, se reparten gratuitamente este año 3.000 kilos de este producto de la huerta, acompañados de pan de maíz, chorizos y vino de Rioja. La fiesta suele ser después de la procesión, en la carballeira del convento de los Padres Franciscanos.
En el siglo XVI, los padres franciscanos trajeron de Mexico a esta zona la semilla de los pimientos. El clima idóneo, el terreno apropiado y las condiciones óptimas de cultivo consiguieron un pimiento de tamaño reducido con unas cualidades gastronómicas inimitables, como son su punto picante –carallo con algunos- y su especialísimo sabor. Su producción es el punto fuerte de la economía de la parroquia.
Es una fiesta declarada de interés turístico, que no os podéis perder si estáis el año que viene por aquí en estas fechas. Como podéis ver: ¡Me han permitido participar en su fritura! ¡Y he ayudado cortando el pan! Y lo que más os interesará… ¡Me llevo unas cuantas bolsas para invitar a los colegas madrileños! 😉