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¡Menuda cenita! ¡5 cucharetes por lo menos!
Después de unos entrantes de embutidos y regada con un Cabernet Sauvignon -un tinto chileno que le iba como anillo al dedo-, Emiliano me ha invitado en su casa -me encanta esa vajilla fresca y juvenil- a una lasaña de sobresaliente. ¡Deliciosa! Mis felicitaciones a la cocinera.
Y al día siguiente, nada mejor que una larga charla sobre los viejos tiempos con unas Murphy’s, a falta de las Paulaner, que al parecer estaban agotadas en nuestro Café Irlandés… ¡Ya no volvemos! ¡Cómo osan tener nuestra cerveza agotada!
Me ha entrevistado Marta Pastor en el programa Imaginario, emitido por Radio Nacional de España el día 23.
Podéis escuchar la entrevista en Cucharete.com
En cuanto a restaurantes nuevos en Cucharete para visitar este verano:
En Madrid: Restaurante La Viz
En Pontevedra: Restaurante Ta-Pra Rallye
Nada comparable para disfrutar del buen pulpo a la Pragueira… Aunque estos días locos del norte nos dificultan pillar un día de sol, pero “habelos hailos” Y qué mejor que una ración contundente -pues ahora se lleva mucho lo de tapar el plato con finas rodajas y listo, como si de un bocata de embutido de un área de servicio se tratase-
Pero el pulpo no va solo… a parte de las ya habituales tortilla y ensalada… tiene amiguetes -como los donetes- 🙂
Y después de un día de playa, al día siguiente llovió todo lo que quiso y más… así que para cenar hay que olvidarse de las terracitas veraniegas y buscar buen cobijo, como A casa do Coto -que pronto publicaré en Cucharete– Donde como véis, la tortilla -que por cierto esta vez no estaba nada buena- se deshacía sola.
Pero estad atentos a la sección de Viajes de Cucharete por Pontevedra, porque veréis todo lo que pudimos degustar, incluyendo los siempre vistosos chorizos al infierno que me encantan.
Juan nos recomendó cenar en O Eirado das Margaridas -en español: La Finca de las Margaritas- y no cabe duda de que resultó ser todo un acierto. Os dejo una imagen de mi Rodaballo como primicia.
Tenéis un análisis completo con multitud de fotografías del restaurante en la sección de Restaurantes de Pontevedra de Cucharete.com
Ya tocaba un buen pollo -de la abuela- a la brasa en casa… y unos chorizos para acompañar claro está, pues unas brasas de cepa sin unos “chourizos” encima no son lo mismo… Sin desmerecer a los pimientos y las patatas por supuesto, que bien cumplen su función.
¿De dónde salen los pollos del Carrefour? ¿Por qué no saben a pollo? ¿A qué huelen las nubes?
Después, a bajarse la comida paseando por la Playa Pragueira.
Por lo menos n+1 años sin ver a Pablo (alias Marine, que continúa en plena forma luciendo una pinta de asesino en serie que acojona) y a su moto, ¡esta vez nueva máquina! Si es que no le duran ni 3 años… Vaya pedazo de sofá con ruedas en el que ahora se irá unos días a Francia. Cuántos recuerdos y cuántas historias renacieron con unas cañas a las que invitó en el Ta-Pra (en Mos). ¡Cómo pasan los años!
Un pena que tuviese compromisos pendientes y no pudiese quedarse, ya que cenamos allí mismo, un peculiar local que pronto veréis reseñado ampliamente en la sección de Restaurantes de Pontevedra de Cucharete.com, pero del que os adelanto que mi Bacalao a la plancha con guarnición era un pedazo de ladrillo sabrosísimo que no fui capaz de terminar -culpa de los espectaculares entrantes-.
Lo mejor para despedir la cena, ¡unos chupitos de crema de orujo casera! ¡siempre!
Actualización: Crítica del Restaurante Ta-Pra Rallye
El año pasado por estas fechas -nunca mejor dicho, pues el artículo también es del día 19 de Julio pero de 2006, ¡menuda coincidencia!- os hablé de la Playa Pragueira. Mía… sólo mía… -como diría Gollum- Aunque estoy seguro de que después de mostraros estas imágenes todo el mundo va a tener ganas de venir a conocerla y tendré que resignarme a compartirla.
En en capítulo del 2006 os comento muchas cosas sobre la playa y sus alrededores [Aquí el enlace] Un paraiso que año tras año cambia sustancialmente de forma gracias al espectacular trabajo del mar de fondo que entierra unas rocas y destapa otras nuevas, sorprendiéndonos siempre con diferentes y seductoras charcas preciosas. Pero esta vez… cierro el pico y dejo fluir las imágenes… no creo necesarias las palabras para mostraros su belleza.
Y ésta es la imagen que se ve desde la mesa de la terraza superior del chiringuito donde comimos (a pie de playa).
¿La comida? También me callo, continúo con la serie fotográfica…
¿Conocéis alguna playa mejor? Yo no 😉
Qué mejor preparación que después de comprar en la plaza unos jurelos bien fresquitos los asemos lentamente al horno rellenos de panceta con unas patatitas y pimientitos ricos ricos. ¿Cuándo va a comer pescado si no es en Galicia un carnívoro como yo?
El único inconveniente, es que luego de ingerir estos “pescaditos” de 30 cm. -dos en mi caso- hay que bajar calorías como sea. ¿Cómo? ¡En la Pragueira! Con un paseito por una de las mejores arenas de playa del mundo, a la que llevo yendo tres días pero olvidándome la cámara en casa.
A ver si voy mañana tempranito y os enseño unas fotos con la marea baja -aprovechando que estamos con mareas vivas- ya que la playa es espectacular. [Actualización: Ya están las fotos]
Pero como todo lo que se baja hay que volver a recuperarlo, nos fuimos a cenar a La Alquería Mudéjar después de unas cañitas en el bar de las patatitas -que sé que a Susana le gusta que le llame así-, una tapería que pronto tendréis en Cucharete analizada minuciosamente. De momento, podeís echar un ojo al Mesón El Alcázar, en la sección de Restaurantes de Pontevedra.
¡No hacía tiempo ni nada! Si es que hay que verse más amenudo, que después no llega una tarde entera para contarse todas las historias vividas.
Entre cafés y más cafés por el precioso casco antiguo de Pontevedra cenamos en plena Plaza de la Leña ¡unas raciones buenísimas! Nos os facilito más detalles del discurrir de la degustación porque pronto lo veréis en uno de los artículos de los Viajes de Cucharete.
Así que os dejo una foto sin comida en la mesa… ¡sorpresa sorpresa! Tenéis que estar atentos a la sección cucharetil de Restaurantes de Pontevedra 🙂
Lo mejor (a parte de enterarse de los entresijos del mundo de la construcción y de qué se siente al cambiar cada 6 meses de BMW: Serie 6, Serie 3, Z4, Serie 5…) el chiste que me contó Juan de regreso a casa:
Un hombre con una pinta nada destacable acude a cenar a un restaurante de lujo en el que pide unos trigeros con jamón ibérico y un hermoso chuletón de buey, muy caro… El camarero, no las tiene todas consigo de si podrá o no pagar la cena, de todos modos le pregunta qué desea beber al señor. A lo que éste responde:
– Un Vega Sicilia Único por favor.
El camarero… sorprendido por el elevado precio de la botella solicitada, lo consulta con el Jefe de Sala y le contesta al cliente inventándose rápidamente una historia creíble:
– Señor, un Vega Sicilia es un caldo carísimo, y no tiene sentido alguno degustarlo, pues no sé si usted conoce la historia de esos dos hermanos. Fundaron Vega Sicilia, pero al no entenderse decidieron separarse y uno de ellos se quedó con Vega Sicilia y el otro fundó Viñas Pepe, cuyo vino es el mismo, pues son las mismas cepas, las mismas uvas, el mismo clima, los mismos cuidados… pero la botella vale únicamente 10 euros.
El señor, atónito, respondió:
– Tráigame el Vega Sicilia por favor.
Sin poder debatir más sobre el tema, el camarero accede. Y al terminar la cena y solicitar la elevada factura, el cliente paga la cuenta sin problema alguno y pide que por favor se acerque el Jefe de Sala a la mesa:
– Mire usted -mostrando dos dedos de una mano-, al llegar a casa le mete este dedo por el culo a su mujer, y este otro por el chocho, después los chupa un poco… Y ya verá usted, como aunque han estado uno al lado del otro no saben igual.
¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!
Ya que estamos con este prestigioso vino… Os dejo una fotillo con un Vega Sicilia Reserva Especial Único de hace unos días, cuya botella en un restaurante madrileño alcalzó los 360 euros. Un Ribera del Duero de sobresaliente.
Días atrás cené con Emiliano en un mesón pontevedrés que mantengo también en el anonimato hasta que desvele toda su magia en Cucharete.com en cuanto tenga redactado el artículo. Pero os adelanto un poquito, y os dejo echar un ojo al surtido de carnes ibéricas a la brasa:
Mientras tanto, no dejéis de visitar el Restaurante Anema e Core, el último por el que me pasé en Madrid antes de este viaje a Galicia, un italiano que nos sorprendió gratamente, prueba de ello sus 4,5 cucharetes alcanzados.
Estas simpáticas “vaquiñas” sorprendieron mi día de compras. Cualquier persona que se acerque estos días a Vigo, se encontrará inevitablemente con ellas, y al parecer tienen mucho que decir sobre sus patrocinadores, sus artistas, y sobre todo de Vigo y sus ciudadanos. Muy curiosas la verdad.
Un evento interesante cuya función principal, a parte de arrancar las sonrisas de los viandantes, es la de recaudar fondos para diversas ONG’s locales con una subasta posterior a la exposición que termina ahora en Julio -después de 3 meses-.
CowParade permite la difusión del arte y de la cultura local promocionándola a gran escala a través de los artistas, diseñadores, arquitectos, ingenieros y miembros de otras profesiones relacionadas con el diseño y con la creatividad de alta calidad.
Las anteriores ediciones de CowParade han tenido lugar en ciudades tan diversas y famosas como Nueva York (500 vacas), Zurich ( 800 vacas), Sydney, Londres, Dublín, Atlanta, Bruselas, Tokio…
Tenéis mucha más información sobre CowParade en su página web, incluso un mapa de la situación de las vacas.