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¡Vaya cenita! ¿Eh Gonzalo? ¿La mejora algún restaurantre madrileño de los que duplica el precio del plato?
Cuando vengáis a Pontevedra os recomiendo que cenéis en el restaurante “Adega dos avós” (‘Bodega de los abuelos’ sería su traducción al español). Se come de lujo, sin ser un restaurante de lujo. No creo que ningún plato que elijáis os defraude… de todos modos os recomiendo que solicitéis sus menús de degustación, los cuales tienen previamente seleccionados según el número de comensales, desde 2 hasta 6, por unos 24 €/persona.
Nosotros disfrutamos de una enorme -nunca mejor dicho- bandeja repleta de exquisitos ibéricos, seguido de un lujoso primero: pescados frescos en brocheta doble con sabrosas gambas y jugosas patatas maceradas al punto. Como plato fuerte, carnero con pimientos y patatas ¡riquísimo!, y de postre, un flan a la piña, con abundante nata y galleta. Para empapar de vez en cuando el gaznate: ¡un selecto rioja!
¡Las mesas agotadas, como siempre! Es lo que tiene llegar sin reserva, menos mal que quedaba una mesa de las altas libre. Que comente Gonzalo cómo estaba todo. Sinceramente, y como opinión personal, muy pocos sitios superan la agradable sensación de satisfacción que transmite este sitio a sus clientes.
Después, un cafecito desde uno de los “escaparates” del famoso Center 3, donde terminamos de contar nuestras “historias de coches”, que siempre nos hacen retroceder en el tiempo y recordar ratos inolvidables.
Un añito más de visita a esta conocida feria de las telecos, que como siga en la misma línea llegará a ser “no tan conocida”. Un 16,5% menos de empresas que en la edición del año pasado. ¡No estaba Canon! Quizás esté en el pabellón 6, que hoy estaba cerrado (no han sabido decirme por qué) pero me aseguraban que lo abrirían a partir del Martes. Con las ganas que tenía de probar a fondo la nueva IXUS Digital 900 Ti.
El merchandising también va a menos… lo que veis en la foto es lo que me direon por aquí y por allá… ¡qué tiempos aquellos! donde presidía el centro del pabellón de Internet el stand de eresMas -que ya ni existe- y llegabas a casa con el maletero del coche lleno de “chorradas” ¿verdad Rubén, que había que hacer varios viajes? Jajaja.
Pateando desde las 10 que abrió sus puertas hasta las 19 que cerró. Me hice unas fotos con los dos personajes más famosos de la feria, el osito de Panda -de más de 3 metros de altura- y el Ruiz Gallardón -un poco más pequeño-. ¡Cuanto tipo con pinganillo! Debe haber muchos que le tengan ganas 😉
Lo mejor de la feria (aparte del jamón ibérico que daban en el stand de la Junta de Extremadura, en el que hice una larga parada y me despojé de mi hambre mañanera) fue el poder trastear con el nuevo Windows Vista mientras me comía dos o tres cajitas de palomitas de US.Robotics hechas al momento. ¡Me gusta! Pero vayan pensado en actualizar sus máquinas amigos, el interface 3D es una chulada, pero tira mucho de equipo. Claro que, con los que allí había, era una gozada. No me dejan de sorprender los pantallones Mac de tropecientas pulgadas… y pierdo gran parte del tiempo observando las espectaculares cajas de PC que tenemos disponibles hoy en día, más que por necesidad de refrigeración del equipo, por su diseño estilizado y que impresiona a cualquiera. Estaba por allí la ganadora del concurso de modding de la Campus Party 2006.
Estuvo genial la miniclase de 40 minutos de PhotoShop CS2. Una verdadera pasada lo que se puede hacer con la nueva utilidad “punto de fuga”, así como las opciones que todos conocemos aplicadas ahora a “objetos inteligentes”. ¡Increíble! Completamente en armonía con Illustrator en todo. ¿Y el “pincel corrector puntual”? ¡Una maravilla! Y las mejoras de FLASH Professional 8 ni que decir tiene… ¡la gente boquiabierta mientras utilizaba un experto todas las nuevas opciones! La de situaciones complicadas que resuelves ahora con un par de clicks.
Microsoft, rodeado de todo su mundo Live, ocupaba el pabellón 2 enterito. Pero sin duda, los stands más vistosos y que se salían de la norma, eran el de Orange y el de Nemetschek, sin desmerecer la “pantalla de humo” de Fujitsu-Siemens.
En el stand del Cuerpo Nacional de Policía podéis renovar vuestro DNI, aunque no esté caducado -simplemente os cobran un 60% más- por el nuevo DNI electrónico, y ser así una de las 70.000 personas que ya disfrutan de él. ¡Pero hay que llevar una foto, no lo olvidéis! Por eso yo me quedé sin él. Eso sí, sólo para profesionales y bajo cita previa, pero como hoy era la inauguración se lo hacían a todo el que llevase una foto tamaño carnet. Yo la llevo, pero no de mí 😉
Si alguno no tiene pareja todavía, le recomiendo que se de un paseo por la feria, pues dispone de atractivas candidatas vestidas de todas las formas y colores. 😉
Después de llenar de flores el cementerio con unos bonitos centros diseñados por nosotros mismos con las flores que llevábamos, y de aumentar un poquito más la curva de la felicidad con una “empanada de millo de xoubiñas” y una “superpaella” de la Nines, pasamos la tarde cogiendo níscalos en los montes que rodean Bascuñana de San Pedro. ¡Llegamos tarde! Pues nos encotramos los “rodales” saqueados por los más madrugadores. De todos modos, gracias a la memoria de Raimundo, que se conoce la zona como la palma de su mano, llenamos dos cubos. ¡Hoy nos los comeremos con costillas y patatas!
Parece ser que los anaranjados están mucho más sabrosos que los rojos, aunque estos tengan mejor apariencia a la vista, ¡hoy lo comprobaré!
Cenamos en el DiBocca del Centro Comercial Cuadernillos, un restaurante italiano que no nos ha dejado buena impresión, vamos… que no volvemos. Ni los platos recomendados por el cocinero se merecían el calificativo de “pasables”. Continuando a unos entrantes de setas rebozadas, Rubén y yo nos hicimos con unos medallones de solomillo ibérico a las finas hierbas… excesivamente crudo y con un fuerte sabor a vino. Pedro y Marta optaron por unas pizzas que finalmente resultó ser lo mejor del sitio. Nines eligió unas gulas al “nosequé” que, aunque no eran nada del otro mundo, no dejaban mal sabor de boca.
¡Qué mala estaba la jarra de agua! ¡Puaaaaaaj! Si es que el agua de Alcalá… mejor en botella.
¿Los postres? ¡El mejor el de Rubén! -que se reía del mío- Le pusieron poco más que un yogur dado la vuelta, jajaja. Eso sí, con un aspecto fiel a su nombre: “Bianco y Rosso”. No hay nada más que ver en la foto la cara que se le quedó. Todo eso después de haberse confundido un par de veces la camarera con lo que habíamos pedido, y finalmente cobrando de más en la cuenta, que por la reacción de un segudo camarero: “-A ver que han hecho éstos esta vez, que se les va la bola”, nos hizo entender que era algo habitual. Increíble.
Aunque nos íbamos a quedar en el “Alcalá Noche” de Cuadernillos, que estaba de estreno, al ver el mareo que causaban las luces girando por las paredes en sentidos contrarios, decidimos terminar el día con unas cuantas caipiriñas en el Naïf, y meneando el esqueleto en el Capicúa y en el Can-Can de la zona vieja de Alcalá.
La tan esperada final de Master Series de Madrid (teníamos las entradas desde hace prácticamente 6 meses) se desarrolló sin Nadal… ¡Vaya pena! Pues nos lo eliminó del torneo el “estúpido” (calificado con esas mismas palabras por Rafa) de Berdych en cuartos.
Fue un fin de semana movidito, disfrutamos de una empanada “Made by Fina” que deseábamos que no se acabase nunca de lo buena que estaba. Degustamos sabrosos menús en el “Mesón del Jamón” y en “Casa Mingo”, y cenamos en el “Casino Gran Madrid”, donde obviamente, el precio del menú se incrementa considerablemente con lo que pierdes en la ruleta una vez tienes el estómago lleno. ¡Qué buena la fuente de rico chocolate caliente donde bañábamos nuestras fresas y moras! Visitamos a diario el “Indalo” y no olvidamos los enormes batidos de chololate con nata del “Hemisferio”. Tuvimos tiempo incluso para formar parte del batallón de Alatriste, en plena Plaza Mayor.
El domingo pudimos gozar de un Federer implacable, que llegó a hacerse con un 6-0 frente al chileno González en el último set, repitiendo así la misma hazaña de semifinales. Con el alto nivel de tenis de hoy en día, ser capaz de endosar “carolos” a diestro y siniestro, sólo demuestra un hecho… Indudablemente, es el mejor y… ¡con mucha diferencia!
El público estuvo muy correcto y animaban a ambos contrincantes aplaudiendo su juego. Si hubiese estado Rafa, el ambiente sin duda hubiese sido mucho más emocionante. Se escuchaba de vez en cuando un “¡Vamos Rafa!” de algún seguidor que le echaba de menos -como todos-.
¿Veremos el año que viene a Rafa en la final de Madrid? ¡Esperemos!
Ayer asistí con Rubén a la primera ronda del Master Series madrileño. Minutos antes del partido hacíamos cola en el stand de Shweppes para jugar a un videojuego, con el que obtuvimos una camiseta y una gorra, con su eslogan: “Quien dijo que lo importante es participar, no ganó nunca”.
A las 20:00 jugaban Fernando Verdasco (ESP) contra Tim Henman (GBR), posteriormente le seguía el partido de Robby Ginepri (EEUU) y Feliciano López (ESP). Lástima, porque los dos españoles quedaron fuera de combate. El primer partido estuvo muy igualado, pero Verdasco aflojó en el segundo set y se plasmó en el resultado final. El partido de Feliciano fue mucho más emocionante, ya no sólo por los gritos al golpear la bola amarilla, sino por los altibajos del partido. Primero un 6-1 a favor del estadounidense y después remontada en el segundo set, para finalmente sucumbir en el tercero, una pena. ¡Vaya saques los de Feliciano! 220, 222, 224, ¡226 Km/h! Innumerables los aces del español en el partido.
Estábamos disfrutando del partido en tercera fila. ¡Qué mareo! El mover la cabeza de un lado a otro te deja hecho polvo. Menos mal que para la final del domingo 22 tenemos las entradas más alejadas de la pista, desde donde hemos comprobado que se ve perfectamente el partido -esperemos ver a Nadal derrotando a Federer-.
El juego de Feliciano fue apasionante, de esos que levantan al público al unísono, primero… por sus saques, segundo… porque Ginepri atacó al público con un gesto obsceno por haber solicitado más de dos veces el “Ojo de Halcón” (sistema de repetición de jugadas para determinar el exacto bote de una bola), a lo que el público respodió energicamente cada vez que golpeaba la bola. Lo mejor lo de: “Booooooooooooooooooooooooo… ¡borrego!”
| Sobre las famosas y tan criticadas modelos recoge-pelotas… ni que decir tiene, que más que modelos parecen espaguetis. Esperemos que no se las lleve el viento, menos mal que el torneo discurre en una pista cubierta. Unos individuos de un palco VIP invitaron en el segundo partido (donde ya eran niños los protagonistas) a alguna de las chicas a sentarse con ellos, y la organización no se lo permitió y les hizo salir del palco, ¡qué bueno! |
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Salimos tardísimo del Madrid Arena y nos fuimos a cenar al VIPS de Puerta de Toledo a la 1 de la madrugada, de los pocos sitios que quedaban abiertos un lunes. ¡Pedro! ¡Super Texas Burgers! ¿Recuerdas?
Después de ver “El diablo se viste de Padra” y cenar 2 menús BIG MAC grandes (yo solito). Esta vez cenamos en el restaurante Verdalia del Garena Plaza. Un restaurante vegetariano muy moderno, el diseño de su comedor es muy atractivo y con una agradable luz. Nos habían aconsejado, que siempre y cuando se pidan ensaladas, las raciones son abundantes y espectaculares, así como advertido, que al solicitar carnes o pescados, te puedes encontrar con 5 cm2 de producto en el plato. Me encanta el pan con pasas, mi elección entre las 4 ó 5 variedades de las que disponen.
Siguiendo estos útiles consejos, el camarero rellenó su libreta con:
– Tierra de Bohemia (Ensalada de pollo y frutos secos. Vinagreta de yogourt y albahaca)
– Naranja de Persia (Ensalada de serpentines de pasta con salmón, anchoas, maiz y salsa césar)
– Sandaraca (Ensalda de verduras asadas con ventresca y huevo. Vinagreta de hongos)
– Una botella de vino blanco de Navarra.
La sorpresa, fue que el supuesto tamaño de la ensalada no era el esperado. Y para nuestro gusto le echan excesivas especias que dan un fuerte sabor al plato, desfigurando en gran medida el paladar de los alimentos base.
Decidimos tomar el postre en el VIPS, en el cual las famosas tortitas con sirope de chocolate o fresa y la abundante nata, o el sabroso tiramisú, nunca nos han defraudado.
Roberto Santiago rueda esta película, basada en el cuento homónimo de Robert Louis Stevenson, autor que probablemente sufría un trastorno de identidad disociativo y por ello escribió “Dr. Jeckyll y Mr. Hyde”. En ella, un grupo de hombres y mujeres se conocen en una terapia de la seguridad social para suicidas. Cuando llega a sus manos la novela de Stevenson, deciden emular el club de sus protagonistas, pero cambiando el brumoso Londres del XIX por un almacén de un chino de “todo a cien” en el Madrid del siglo XXI. Cada semana se juegan a las cartas quién será la víctima y quién el verdugo. [Más]
Muy divertido el rodaje, próximo a la estación de Chamartín, donde se simulaba una comisaría de policía, en él conocí a Fernando Tejero -el entrañable “Emilio” de “Aquí no hay quien viva”- y a Lucía Jiménez. Nos llevaron a comer al restaurante gallego “Rías Baixas”, donde pude degustar unos espárragos y un emperador a la plancha.
Coincidí con viejos conocidos, y aprovechamos para jugar con la cámara en los ratos libres tomando fotografías muy graciosas, mientras cambiaban el traveling de lugar. Os dejo una espectacular fotografía tipo “Matrix”, pero tenéis muchas más en el álbum, tipo “Desperado”. Estaban muy bien caracterizados los “yonquis” que teníamos detenidos en comisaría.
[Fotos del rodaje] [Más sobre mis rodajes]
¡He vuelto de camarero a Amar en tiempos revueltos! Una visita fugaz para visitar a auntiguos compañeros de fatigas así como para conocer al nuevo reparto. Podréis verme dentro de varias semanas en los capítulos 32 y 49 de la serie paseándome por La Cueva.
¡Cómo ha cambiado todo aquello! Decorados completamente nuevos, sala de vestuario completamente remodelada, servicio de comedor mejorado… está todo mucho más elegante y cuidado ahora. Espero regresar algún día más, para disfrutar de nuevo reviviendo los recuerdos que guardo de esos inolvidables rodajes.
Unos de los colegas figurantes es clavadito al Rey (un gracioso uruguayo que siempre me entretiene con sus historias) y otro de ellos a Tom Hanks. Vaya foto ¿eh? ¡Tonto es el que hace tonterías! Os dejo también una foto de Juan Carlos -el Rey- caracterizado como tal. Estaba tan logrado que incluso Fuentes se le acercó solicitándole una fotografía.
[Fotos del rodaje] [Más sobre mis rodajes]
Por la noche, me acerqué con Rubén y Pedro a “ver más de cerca” las costillas a la brasa. ¡Qué buena pinta tenían! Ojeábamos curiosos las raciones en platos que había pedido la gente, no estaban mal… no muy grandes pero aceptables. El precio, típico de estos eventos, un poco caro pero aceptable, 9 € la ración.
Así que nos decidimos a pedir y… ¡SORPRESA! ¡Los platos que habíamos visto incluían raciones para 5 personas! Nos mostraron cinco tamaños diferentes de soporte, para una persona era del tamaño de un platito de café (con unos 3 ó 4 trozos de costilla), el de dos personas (que incluía como mucho 8 trozos) era como el plato de un desayuno matutino, el de tres personas del tamaño de un plato de postre… ¡Y cada ración 9 euros! Es decir, una madera de las que habíamos visto con churrasco (tamaño de plato normal, lo que nosotros considerábamos una ración) ¡eran 5 raciones! ¡45 €! ¡Qué barbaridad! Y sólo para chuparse los dedos y poco más…
Nos desternillamos de la risa con un grupo de amigos que pidió con firmeza: “¡Camarero, 4 de pulpo y 4 de costillas!” Y cuando se las trae se les podía leer en la cara: “¿Es esto? ¿O faltan más?” Lo mejor, cuando le dice el camarero: “90 euros, y dejaréis la vuelta de bote, para tocar la campana ¿no?”. ¡Increíble!
Decidimos saborear unos chorizos asados (3 trocitos para cada uno nada más) y un ribeiro. ¡Qué vergüenza! Por esa miseria pagamos lo mismo que lo cenado después en la Taberna de Rusty, de la que ya no nos fuimos con hambre. Terminamos con un batido del Hemisferio, algo habitual antes de que lo sustituyésemos por las caipiriñas.
